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sábado, 29 de septiembre de 2012

Santa Hildegarda


Esta abadesa alemana que vivió entre los años 1098 y 1180 profetizó que:

Dios se servirá de una nación inmunda y cruel, del extremo del mundo, para castigar a la cristiandad. Cuando el hijo de perdición (un anticristo) sea derrotado, la Iglesia brillará con una gloria sin igual, se reformarán las costumbres, se convertirán los infieles y judíos. Durará hasta la última crisis precedente a la segunda venida de Cristo”.

Esta profecía vemos que concuerda con la anteriormente expuesta de Santa Brígida y la categoría de Santa Hildegarda hizo que los Bolandistas dijeran
que pecaría de orgullo quien rechazase sus profecías anteponiendo su juicio al de tantos eminentes personajes que las aceptaban.

Esta profecía nos da también una pista importante: Habla que cuando el “hijo de perdición sea derrotado, la Iglesia brillará con una gloria sin igual,..” Es decir nos habla de un anticristo que no es el Anticristo definitivo que será vencido en la crisis precedente a la segunda venida de Cristo. Por tanto el paso a esa nueva etapa de la historia en la cual se implantará el Reino de Cristo en la tierra, exigirá que, previamente sea derrotado el anticristo de esa generación, pero no se refiere al espanto de la etapa final de Laodicea en donde el Señor permitirá que por un corto tiempo sean perseguidos los santos del Altísimo por el último Anticristo.

En cada generación de seres humanos se produce la lucha entre las dos ciudades de San Agustín: la ciudad de Dios, formada por todos los hijos de Dios que anteponen la voluntad de Dios a la suya propia, frente a estos santos están los de la ciudad de los hombres, que rechazan a Dios y a su Mesías y a su Iglesia. Estos constituyen el anticristo de cada generación y Satanás siempre encuentra entre ellos la persona o personas que encabezarán el ejercito de los enemigos de Dios, ya se llame Magencio luchando contra Constantino, ya se llame Cosroes, que luchará contra el emperador cristiano Heraclio,  Mahoma, que al inventar el Islam, crea un anticristo que hará derramar sangre y lágrimas a la Cristiandad durante siglos y que aún sigue siendo su enemigo permanente; ya se llame Lutero, que destruyó la Cristiandad y así sentó las bases para los ataques más feroces que habría de sufrir la Iglesia en los siglos posteriores por los anticristos de cada siglo, ya sean Voltaire, Lenin, Stalin o Hitler.  

2 comentarios:

  1. Santa Hildegarda dice que cuando los hombres crean vivir ya en paz después de las grandes tribulaciones de invasiones de pueblos extranjeros y la división del Imperio Germánico, es cuando aparecerán grandes herejías y aparecerá el Anticristo. Ahora mismo estaríamos en el período anterior o próximo a dichas invasiones (pueblos bárbaros de África y el comunismo ruso). Ese tiempo de la iglesia de Laodicea no parece que dure mucho tiempo (quizás entre 25 y 50 años). Además Hildegarda advierte también que después de la destrucción del Anticristo seguirá el mundo con nuevos anticristos y probablemente con una nueva tibieza espiritual que será cuando se produzcan los grandes cataclismos del fin del mundo. Son por tanto 3 etapas las del fin de los tiempos: la 1) en la que estamos inmersos que acabarán con una gran matanza de europeos por unas invasiones. Habrá un anticristo que no será el último y que es probable que acabe con el castigo anunciado de los 3 días de oscuridad (v.Garabandal); 2) un tiempo de paz y conversión de herejes y judíos y de gran progreso espiritual, con papas que estarán en Jerusalén y que traerán al Anticristo 3) un breve período después del Anticristo en el que la humanidad irá enfriándose en la fe por creer que ya no pasará más tribulaciones, aparecerán también otros anticristos, se entibiará la fe y se producirá el Fin del mundo. Este tiempo del fin de los tiempos, iniciado con la marcha de Benedicto XVI no se prolongará mucho tiempo: quizás unos 100 años más, si tenemos en cuenta la proximidad de la venida de Cristo afirmada por videntes como santa Faustina K., o la vidente de Kibeho (aparición aceptada por la Iglesia).

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  2. muchas gracias por tu comentario que me parece muy interesante

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