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sábado, 29 de septiembre de 2012

Padre Baltasar Álvarez


Este sacerdote ha sentido como nadie la seducción que el amor de Dios provoca en los corazones de sus hijos:

¡Señor, me sedujiste!

Jugabas con la esfera de memoria
y tus dedos marcaban continentes,
repasabas las hojas de la historia,
los pueblos, las naciones y las gentes,
y se paró tu dedo ilusionado,
marcó el tiempo, el lugar y procedencia,
y de gente y lugar determinado
fijaste mi existencia
y me trazaste un plan bien meditado.

¿Qué esperabas, Señor; del pobre barro
que a la vida salía de tu mano
sino el riesgo quebradizo del cacharro?

Tú me sabes, Señor: sueños en vano,
rotas vasijas al primer descuido.
Y sonríes. Y este pobre embobado,
en silencio, sin voces y sin ruido,
escucha tu palabra emocionado.

       ¡Señor, me sedujiste!

Me quemaba el corazón tu fuego.
Tus ojos y tu faz eran un ruego;
con tu dulce mirar me convenciste.

¡Y aún sigo seducido, amor divino!

Cuando pases delante de mi casa
hambriento y fatigado del camino,
entra, Señor; acepta el pan y el vino
y disfruta del calor que a mí me abrasa.


Difícilmente puede expresarse mejor y con mayor fuego el amor de Dios dentro de un alma.

Rubén Darío


Esta etapa, la sexta de la historia, la correspondiente con la Iglesia de Filadelfia, la vio el poeta Rubén Darío al igual que Virgilio, siendo pagano, predijo el nacimiento virginal de Cristo en su famosa Égloga 4ª. Así Rubén Darío dice en sus cantos de vida y esperanza:

Oración al Rey venidero

 Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste,
Un soplo milenario trae amagos de peste.
Se asesinan los hombres en el extremo Este.

¿Ha nacido el apocalíptico Anticristo?
Se han sabido presagios y prodigios se han visto
y parece inminente el retorno de Cristo.

La tierra está preñada de dolor tan profundo
que el soñador, imperial meditabundo,
sufre con las angustias del corazón del mundo.

Verdugos de ideales afligieron la tierra,
en un pozo de sombra la humanidad se encierra.
con los rudos molosos del odio y de la guerra.

¡Oh, Señor Jesucristo! ¡Por qué tardas, qué esperas
para tender tu mano de luz sobre las fieras
y hacer brillar al sol tus divinas banderas!

Surge de pronto y vierte la esencia de la vida
sobre tanta alma loca, triste o empedernida,
que amante de tinieblas, tu dulce aurora olvida.

Ven, Señor, a vengar la gloria de Tí mismo;
ven con temblor de estrellas y horror de cataclismo,
ven a traer amor y paz sobre el abismo.

Y tu caballo blanco, que miró el visionario,
Pase. Y suene el divino clarín extraordinario.
Mi corazón será brasa de tu incensario.

San Alonso Rodríguez

El acto final de las profecías

La reconquista del actual Marruecos, nuestra antigua provincia de Tingitania ya lo dejó ordenado en su testamento Isabel la Católica. Las restantes conquistas las relata entre otros San Alonso Rodríguez, S.J. (1531-1617) portero en Mallorca y reconocido gran místico, escribe en su cuenta de conciencia de 1606:

“Más le aconteció a esta persona, donde veía la mar, vio en ella una grande armada; y sin darse acato de tal cosa ni habiéndosele ofrecido pensamiento alguno de tal cosa, a deshora que vio la armada, vio también que en ella iba Jesús a la delantera de ella, y la armada como llena de un ejército de ángeles, y a la postre la Virgen María; de condición que el primero era Jesús, y a la postre de todos la Virgen María, que la guardaban como por guarda y retaguarda.
Sobrevínole a esta persona sobre esto la declaración, y es que con este tan  gran socorro del cielo había de venir el rey con su propia persona con grande ejército y que había de conquistar toda la morisma y sujetarla, y ella se convertiría con gran facilidad a la fe de Cristo nuestro Señor.
Y a esta persona allá dentro de su corazón se le asentaba que pasaría así, sin poderlo contradecir y echar de sí del todo. Y con haber pasado algunos años a esta visión y él la deshecha de sí, con todo eso no puede desecharla de su corazón que no haya de ser y haber efecto por más que hace; y que la victoria será tan grande, cual por ventura rey cristiano haya tenido jamás, y resultará en gran gloria de Dios y bien de las almas”

El hijo de la mujer apocalíptica


El acto final de las  profecías

Vio San Juan en el Apocalipsis (Ap.12) una mujer vestida de sol y coronada de doce estrellas, con la luna debajo de los pies; y dice que esta mujer parió un hijo varón, el cual había de dominar todas las gentes del mundo. Y la figura maravillosa que vio San Juan en el cielo, ¿significaba alguna cosa más? Sí, dos; la primera, que este hijo varón, nacido para Emperador universal, había de ser príncipe cristiano é hijo de la Iglesia Católica. Así lo entienden literalmente todos los expositores del Texto sagrado; y que por eso la misma mujer, á quien se atribuye el parto, estaba vestida del sol y coronada de doce estrellas: vestida del sol que es Cristo, porque la divisa y carácter propio de la Iglesia y Religión Cristiana, es el Bautismo; todos los que se bautizan, se visten de Cristo, como lo dice San Pablo: (Galat. 3. 27). Y coronada de doce estrellas, que significaban los doce apóstoles: porque la Iglesia no sólo es y se intitula Católica, sino también apostólica.

La segunda cosa que significa la misma figura, es la circunstancia del tiempo en que había de nacer a la Iglesia aquel hijo varón y dominador del mundo. Lo dice David en pocas palabras (Salmo 71, 8 ). Dice que dominará de mar á mar, hasta los últimos fines de la redondez de la tierra. ¿Cuando ocurrirá esto? Cuando fuere quitada del mundo la luna.

La luna ha de durar hasta el fin del mundo: (Lucas 21, 25). ¿Qué luna, pues, es esta que ha de ser quitada del mundo en aquel tiempo? Es la luna que los mahometanos adoran y traen en sus banderas. Así lo declara el mismo texto en la raíz hebrea: Donec auferantur servi lunae. Hasta que sean quitados del mundo los que sirven a la luna.

Y esto es lo que significa, en el nacimiento del Príncipe dominador del mundo, la luna debajo de los pies de la Iglesia: et  Luna sub pedibus ejus. Lo que quiere decir que la mujer ha de pisar la luna, metiéndola debajo de sus pies.

De manera que, resumiendo toda esta visión del Apocalipsis, en el que quiso Dios que San Juan viese é historiase todos los sucesos de su Iglesia, principalmente los mayores, dice el mismo San Juan, como Profeta, como Apóstol y como Evangelista, que la Iglesia pariría y le nacería un hijo varón el que va regir a todas las naciones con cetro de hierro (Ap. 12,5 y Salmo 2); y que este hijo había de ser Emperador de todo el mundo y que este nacimiento sucedería cuando la misma Iglesia pusiese debajo de los pies la luna y los que la sirven, que es el Islam.

Por todo lo expuesto, el Señor se servirá de una nación, Rusia, y de los seguidores de una secta, el Islam, para que, aliados momentáneamente para un fin concreto, la destrucción de los pueblos libres de occidente, invadan Europa llevando el terror y la destrucción por donde pasen. Serán detenidos y vencidos en los Pirineos en la batalla que durará tres días y que profetizó Bug de Milhas el vidente de los Pirineos  y en la batalla del Abedul en Renania Wesfalia que relata Sanchez de Toca y tras su derrota definitiva a orillas del Neva, el gran Monarca reconquistará primero la Tingitania y después todo el Norte de África hasta llegar a los Santos Lugares y a Bizancio donde restablecerá el culto en Santa Sofía.

Los pocos supervivientes centroeuropeos restaurarán el Sacro Imperio Romano Germánico y nombrarán Kaiser a un joven campesino austriaco, que será coronado en Colonia, que reinará un año y al final del mismo abdicará en favor del Gran Monarca elegido por Dios (Los Profetas del Bosque de D. José María Sanchez de Toca).

Las apariciones de Ezquioga: El Gran Monarca

Los últimos avisos del Cielo: El Gran Monarca

Estas apariciones comenzaron en 1931 y duraron hasta 1934. Fueron apariciones muy controvertidas y en las que no se siguió por la curia de Vitoria los procedimientos señalados por la Iglesia para determinar si unas apariciones pueden o no ser verdaderas.
 Las apariciones hicieron que fuesen muchedumbres cada vez más numerosas. Pronto, como es natural, hubo gentes que se alarmaron ante aquellas avalanchas multitudinarias: los irreligiosos y enemigos de lo sobrenatural, porque pretendían oponerse a aquellas manifestaciones de fe religiosa, calificándolas de ridículas, de supercherías y de negocios de gente aprovechada, y los políticos de diversas tendencias, porque no armonizaban con sus intereses; así los nacionalistas vascos y los republicanos del gobierno. No hay que olvidar que poco después de las apariciones tuvo lugar primero la revolución de octubre de 1934, cuando los partidos de izquierda, al perder las elecciones en 1933, se alzaron revolucionariamente contra la República, y al ser sofocada esta revolución, organizaron otra peor, desde el gobierno, cuando en 1936 asesinaron al líder de la oposición Leopoldo Calvo Sotelo  que fue el punto de partida del mayor genocidio sufrido por los cristianos por odio a la fe Católica y que hizo necesario el que media España se alzase en armas para sobrevivir a la carnicería roja.

El obispo de Vitoria estaba desterrado en Francia, por desafecto al régimen republicano y es natural que la concentración de aquellas multitudes atormentara al gobierno de Madrid y éste empezó a poner obstáculos a tales actuaciones y a desprestigiarlas y desacreditarlas por todos los medios a su alcance y a hacer responsables a las autoridades eclesiásticas de fomentar aquellas manifestaciones que tenían un aspecto aparente de enfrentamiento contra los que perseguían la religión, con la quema de iglesias, conventos y casas religiosas, como había acontecido nada más proclamarse la masónica República. Tuvo que haber contactos entre ambas potestades, civil y eclesiástica y la transigencia se pagaría por el gobierno con la vuelta del obispo a su diócesis...

La doctora francesa Susana Delaplace expresó que la ciencia “no hallaba explicación satisfactoria a esos fenómenos” y el Doctor Gregorio Marañón enviado por el gobierno de Madrid para estudiar los hechos de Ezquioga dictaminó: “He estado examinando desapasionadamente lo que ocurre aquí y puedo afirmar que los médicos nada tenemos que hacer aquí, porque los fenómenos habidos en los videntes, no pertenecen a la ciencia patológica. Pertenecen a otros estudios que a mí no me competen. Que vengan los competentes y vean si los alcanzan”.
Otros testimonios interesantes fueron los del Nuncio Tedeschini que en el verano de 1932 dijo: “según los datos que poseo lo que ocurre en Ezquioga es del Cielo”. Monseñor Irurita, obispo de Barcelona: “Sin pecar de temerario no se puede negar que hay algo sobrenatural en lo de Ezquioga”.

Aquí fue donde dijo la Virgen lo mismo que había dicho, siglos antes San Vicente Ferrer en Barcelona: “Cuando las mujeres no se distingan de los hombres por su manera de vestir entonces pensad que tenéis encima el fin del mundo”[1]
La Virgen también dijo: “Durante el castigo habrá cinco días de comunismo y en tres día caerá fuego y no amanecerá. Que durante estos tres días nadie salga de casa, pues los hombres confundidos empezarán a matarse unos a otros. París será carbonizado, Marsella tragada por el mar, Cataluña tiene sobre sí mucha carga; Madrid, Málaga, San Sebastián  y Barcelona, son las que tienen más carga... habrá una enfermedad contagiosa de la que morirá mucha gente... Después reinará Cristo”.

Insistió en que pronto vendrá una persecución muy grande para los cristianos, teniendo muchos de estos que huir a los desiertos; que esta persecución vendrá cuando los comunistas se hagan dueños de España, los cuales martirizarán a muchos de aquellos, aunque el comunismo durará muy pocos días, sin embargo mientras dura quedarán arruinadas muchas partes de España, a la cual dejarán en completa miseria; muchos creen que cuando haya desaparecido la república española, habrá paz, más están muy equivocados; la Santísima Virgen nos previene para una lucha mayor.

Que esto no se arreglará hasta que Jesús ponga en el trono a un gran hombre, -el Rey General- de todo el mundo y entonces será cuando Él reinará en el mundo.
Repitió que después del reinado de Jesús en España vendrá una persecución muy grande y después de la persecución el fin del mundo.

Afirmó que está preparando al Gran Monarca el cual tendrá que reinar con humillaciones y sacrificios; que el gran Monarca fue malo en su juventud, pero ahora hace mucho bien y dominará al mundo entero, el cual se verá obligado a obedecer y adorar al Dios verdadero y que luego irá al África a convertir a la gente.

Dijo que luego que hayan pasado los castigos habrá una Religión (¿orden religiosa?) llamada de los Crucíferos, que salvará al mundo entero, predicando la verdadera Fe y conquistando a ella las almas.

La Italia regada con la sangre de tantos mártires es la esclava de una demagogia diabólica que ha llegado a constituirse en consejera del poder y la pobre España que palmo a palmo ha sido conquistada por la Cruz se ha convertido en un pueblo de ilotas, que corre al precipicio y lucha por romper sus tradiciones, su historia y su propia manera de ser. ¡Oh Santos Crucíferos!, vosotros destruiréis la maldita secta de Mahoma, vosotros pondréis fin a toda suerte de herejes y sectas del mundo y seréis el acabamiento de todos los tiranos; vosotros pondréis silencio perpetuo en perpetua paz por todo el universo mundo. ¡Oh santa gente! ¡Oh gente bendita de la Santísima Trinidad! Será el Jefe-Fundador, gran capitán de gente santa, llamada los Santos Crucíferos de Jesucristo. El Jefe y Fundador de esta Santa Milicia será el gran Reformador de la Iglesia de Dios.

¡Ay de ti, España! Naciones se reunirán en ti y tus hijos más ilustres serán dispersados. Es seducida España por el mal gobierno. Aquí los pájaros han hecho su nido. La Monarquía está llena de engaños y asechanzas (esta profecía es de los años treinta, en plena segunda República, luego se está refiriendo a la época actual en que tenemos Monarquía como forma de gobierno). Las noblezas se han deshecho en vanas palabras. Sólo habrá paz en España mientras Yo reine, por medio del gran Monarca, el Rey de todo el mundo, el rey escogido por Mí.

Díjome Jesús: serán señales precursoras de la guerra, la tibieza religiosa y la corrupción de costumbres, el vicio tenido como virtud y la virtud por vicio, los creyentes tenidos por locos y los incrédulos por iluminados... las cosas llegarán al colmo, pero cuando la mano del hombre no pueda más y todo parezca perdido, Yo pondré mi mano y arreglaré las cosas.

Muchas guerras, muchas guerras. Los Pirineos no han conocido otra igual. La catástrofe ha prometido empezar por el extranjero para avisar a los españoles

Aquí avisa la Virgen de la futura batalla de los Pirineos en la que el Caudillo del Tajo vencerá a las fuerzas del mal que quieren destruir e invadir España.

Antes que llegue la paz a España el afán de riquezas llevará a los hombres a negar la Fe y muchos ministros de la Iglesia llevados de la voluptuosidad carnal y de la belleza y lascivia de las mujeres abandonarán el celibato y por donde quiera irá el demonio libre entre ellos.

Ya se acerca la hora en que Yo visitaré al mundo con la nueva Religión de los Crucíferos, con el crucifijo levantado en el más alto estandarte y de mayor lugar.

Los primeros que pertenezcan a la orden de los Crucíferos serán de la ciudad de Sevilla, en la cual abunda mucho la iniquidad, los vicios y los pecados. Se trocarán los de esa ciudad del mal en bien, de rebeldes a Dios en hijos fidelísimos y fervorosísimos. Será la tal ciudad amada de Mi Corazón y del gran Monarca. Escuchad, oh pueblos, que habitáis España... Tiempo vendrá en que gozaréis de la verdadera y antigua libertad, pues destruida será la libertad falsa de que se están sirviendo estos impíos!.El gobierno tiránico será aniquilado, a pesar de sus terribles esfuerzos, y la verdadera religión florecerá en toda España.

Dios suscitará un héroe que será el libertador de la Patria oprimida...Pronto veréis todas las iglesias cerradas, que parecerán más cuevas de vividores; los ministros sin hábito se acobardarán hasta tanto que la mayor parte huirá de la Iglesia y muchos me negarán...

Pronto la tierra será cruelmente azotada. Este azote se hará sentir por todo el mundo y será tan terrible que cada uno de los que sobrevivieren  se imaginará ser el único que habrá salido libre del castigo. Este castigo será muy corto pero terrible.

Esta república impía que reposa en España, cuya aparición ha sido señal de castigos venideros, pronto será totalmente arruinada; más aun (todavía) vendrán tiempos peores. Los comunistas se apoderarán de España y sacarán fuera de ella a los buenos y mientras los buenos estéis fuera, castigaré cruelmente a toda España sin temer nada.... Y es en este tiempo en el que vendrá el reinado del Sagrado Corazón de Jesús, pero este reinado será interior.

En estas profecías se nos ha presentado España dominada por un gobierno tiránico bajo el disfraz de la falsa libertad, que no es otra cosa que una demagogia populista y manipuladora del pueblo basándose en la mentira  como principal arma de la política. Estos gobiernos tiránicos, pues tiranos son los que legislan contra la Ley de Dios y contra el Derecho Natural, terminará convirtiéndose en la feroz tiranía  comunista cuando, de una vez, se quite la careta que todavía usa para engatusar y engañar a las masas y se convierta en un gobierno, bajo la apariencia de populismo, al igual que en algunas repúblicas bananeras americanas, en lo que es en realidad: en un gobierno comunista, al igual que el de el gran amigo de este gobierno, Fidel Castro, el tiranosaurio.

El gobierno que permanentemente ataca la libertad de expresión, es un gobierno tiránico; el gobierno que de forma sistemática ataca a la Iglesia Católica, es un gobierno tiránico; el gobierno cuyos amigos son los comunistas de la organización terrorista ETA, a los que protege e intenta legalizar en contra de los intereses de los españoles, es un gobierno que además de tiránico es traidor a España. Es el gobierno que ha pactado un gobierno en Cataluña con los rojo-separatistas que han negociado con ETA en Perpignan. Los enemigos de España y de los españoles: los terroristas comunistas de ETA, los comunistas separatistas catalanes, los separatistas vascos, catalanes y gallegos, son los aliados y amigos de este gobierno. Los rojo-separatistas que hacen burla públicamente de la Pasión de Cristo, ridiculizando la corona de espinas, son los amigos de este gobierno.... Dime con quien andas y te diré quien eres...
Se explica bien quien es de verdad este gobierno al conocer por la prensa que su presidente y miembros destacados del mismo pertenecen a la masonería, a la cual España le debe tantas desgracias y tantas lágrimas.

Efectivamente, como dice la profecía, aquí ”los pájaros han hecho su nido”, los pájaros negros del odio, del rencor, del intento de revancha. Todos los enemigos de Dios y de España, ya sin careta, han vuelto a caer sobre este desgraciado País con ganas de tomarse la revancha de su anterior derrota. Cuando ya ningún español se acordaba de nuestra guerra civil, entre otras cosas porque los que participaron en ella están ya casi todos muertos, ahora han vuelto estos pájaros del odio y del rencor a intentar hacernos vivir y revivir aquella tragedia que ellos, o sus padres o sus abuelos crearon a España.

Los españoles que ya habían perdonado el genocidio que hicieron en los años 36 a 39 asesinando miles de sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares de toda condición, ven, con horror, como ahora, estos políticos revanchistas quieren abrir de nuevo heridas que cerraron hace muchos años.

Los permanentes enemigos de Dios y de España: los políticos afiliados a las logias masónicas, los comunistas de hecho que siguen venerando a Stalin y a Castro, engañando a la gente se han apoderado de España haciéndose pasar por demócratas, cuando en realidad no son más que unos tiranos sectarios que no tienen otra finalidad que destruir la poca fe católica que va quedando en el pueblo y destruir España, entregándola a los separatistas para que sigan troceándola. No digieren que España pueda ser una nación fuerte y respetada y de profundas convicciones morales católicas. España ha caído en poder de sus enemigos. Aquí los pájaros han hecho su nido. Pero no hay que tener miedo. Cuando nos parezca que todo está perdido, el Señor tendrá misericordia y volverá a salvarla como lo hizo en el 36.

Últimamente, tras unas elecciones con el consabido cambio de gobierno han cogido el poder unos gobernantes que se consideran católicos. Hay que pedir a Dios que no sean unos acomplejados como lo es siempre en España la derecha y supriman todas las leyes impías vigentes.

Lamentablemente tras casi dos años de gobierno de la derecha aun no han derogado las leyes impías vigentes que permiten el genocidio de niños, la del matrimonio homosexual ni ninguna otra del mismo talante. El complejo permanente de la derecha a que les llamen franquistas o poco demócratas los tiene inmovilizados. España apóstata sigue siendo la Gran Ramera y tendrá, por desgracia, el pago que merece.

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Hemos visto hasta ahora como el Señor al enseñarnos a rezar nos dijo que le pidiésemos la venida de su Reino. Como el profeta Daniel nos dijo que ese Reino vendría después de cuatro imperios o reinos malvados donde se perseguiría a los hijos de Dios. Hemos visto como el Señor permite a su Cuerpo Místico conocer sus designios a través de las profecías para consolar a sus hijos o alentarles sobre promesas de un futuro que ha de venir. También hemos visto los avisos que a través de la Historia nos ha hecho el Señor de un gran castigo a la humanidad por su prevaricación y del consuelo que vendrá con el triunfo de la Iglesia por manos de un gran Monarca que nos promete ha de venir. Hemos visto cuando han de ocurrir esos acontecimientos profetizados y cual será la estirpe de la que procede el gran Monarca. Vamos a ver ahora el acto final previsto por Dios y relatado por San Juan en el Apocalipsis: El hijo de la mujer apocalíptica.




[1] seguimos en todo lo referente a las apariciones de Ezquioga el libro “Los hechos de Ezquioga ante le razón y la Fe” del P. Amado de Cristo Bruguera.

San Remigio


San Remigio profetizó a Clodoveo: “El reino de Francia será predestinado por Dios para la defensa de la Iglesia. Será victorioso y próspero mientras sea fiel a la fe católica, y cuando no, será duramente castigado. Un día será grande entre todos los reinos, abrazará todo el imperio romano, someterá todos los pueblos, durará hasta el fin de los tiempos”.

 El beato Rabán Mauro, arzobispo de Maguncia, cuenta así la anterior profecía:

 “Hacia el fin de los tiempos un descendiente de los reyes de Francia reinará sobre todo el antiguo imperio romano, será el más grande y el último de los reyes de Francia.”

En la noche de Navidad del año 496, por influjo de su mujer Santa Clotilde, borgoñona, y en acción de gracias por las victorias conseguidas, Clodoveo, rey de los franceses, se bautizó con 3.000 de sus guerreros en Reims, por san Remigio. Fue el primer reino cristiano, por eso Francia es llamada la hija primogénita de la Iglesia. España, la España Mayor que comprendía toda la Península Ibérica más la Tingitania en el Norte de África, se convirtió al Catolicismo en el año 589, en el tercer Concilio de Toledo cuando Recaredo abjuró del arrianismo gracias a la predicación de San Leandro.

Dos sabios arzobispos historiadores nos relatan la historia: Hicmaro, arzobispo de Reims, en su vida de San Remigio dice que una gran luz le iluminó y se oyó  la voz de Dios “La Paz sea con vosotros. Soy Yo, no temáis, permaneced en mi amor” Y faltando el crisma en el momento de la consagración del rey, apareció una paloma blanca con una ampolla de óleo santo en su pico.

Es importante señalar que los reyes de Portugal son descendientes directos, vía masculina de Hugo Capeto y de Roberto II el piadoso, por lo que cumplen con la profecía al descender de los reyes de Francia, siendo además “dinastes”. La primera casa de Borgoña se extinguió en Borgoña pero subsistió en Portugal como primera dinastía o casa de Borgoña, continuó vía bastarda pero vía varón en la segunda dinastía, la casa de Avis, que subsiste en el exilio.

San Cesáreo de Arlés (470-543)


Describe la historia de Francia desde el siglo VI, pero ciñéndonos a lo que nos interesa:

“El hierro y el fuego oprimen a la Babilonia de las Galias que cae en un gran incendio, ahogada en sangre; después la segunda ciudad del reino y otra son también destruidas. Finalmente brilla el resplandor de la misericordia divina, pues la justicia suprema ha golpeado a todos los impíos. Llega el noble exiliado, el dado por Dios, asciende al trono de sus antepasados, del cual la malicia de hombres depravados le había arrojado; recobra la corona de lis refloreciente; con su valor invencible destruye a todos los hijos de Bruto; después de establecer su trono en la ciudad pontifical. Volverá a levantar la tiara real sobre la cabeza de un santo Pontífice que ha estado lleno de amargura por las tribulaciones, quien obligará al clero a vivir según la disciplina de los tiempos apostólicos. Ambos unidos harán triunfar la reforma del mundo; dulce paz, cuyos frutos durarán hasta el fin de los siglos”.

España en la actualidad


Parece que el P. Coma estaba describiendo la situación de la España actual:
Dice que se ha convertido en un pueblo de esclavos y eso es lo que ha ocurrido con la actual democracia que tanto pregona el que vivimos en un régimen de libertades. No hay mayor ni peor esclavitud que la del pecado  en el aspecto moral y la violación del Derecho Natural en el plano jurídico, y en la época actual, los españoles han aceptado mansamente todas las leyes impías que han querido imponernos los gobernantes, que como fieles siervos del demonio, no buscan otra cosa que el que los españoles vivan en pecado.
 Así con la ley del divorcio con la que se ha fomentado hasta límites impensables las rupturas de los matrimonios con la destrucción de las familias y la creación de miles y miles de pobres personas que, con ese motivo, se encuentran alejados de Dios. Después con la legalización de los matrimonios homosexuales, se ha intentado dar la puntilla al matrimonio natural y a la familia.
  Y no digamos con la Ley del aborto. La Ley que convierte un terrible crimen, una espantosa injusticia, en algo legal. La ley que convierte un delito en un derecho, el colmo de la injusticia y la tiranía demoníaca. Esta Ley tiene una doble vertiente. En cuanto al legislador, al ser una Ley impía, perversa y que va contra el Derecho Natural, contra la Ley de Dios y contra el bien común, -ya que no puede decirse que contribuye al bien común una ley que legaliza el genocidio de niños indefensos-, esta Ley, es nula de pleno Derecho y no sólo eso: hace perder la legitimidad que pudiera tener el poder público que la promulgó convirtiéndolo en tirano.

Es tirano el legislador que promulga una Ley que va contra el derecho Natural y la Ley de Dios y la ley del aborto no solo convierte en tirano a su legislador y al poder político que la promulgó, sino que le hace que pierda de forma automática la legitimidad que tenía y  le deja fuera de la Iglesia al quedar automáticamente excomulgado  sin que haya necesidad que la Iglesia se pronuncie. Por muchos votos que tuviese el gobierno que hizo tal ley, ese gobierno se convierte en tirano sin que los ciudadanos tengan ninguna obligación de obedecerle o respetarle en tanto no anule esa ley impía.

Dice nuestro Lope de Vega:

Todo lo que manda el Rey, si va contra lo que Dios manda, ni tiene rigor de Ley ni es Rey quien así desmanda.

A título personal, los que promueven una ley así, asumen una responsabilidad tremenda y espanta las cuentas que, en su día, hayan de dar al Altísimo. Hemos visto al rey de España firmar la ley del aborto sin que se levantase una voz en el episcopado para amonestarle salvo la del entonces obispo de Cuenca Guerra Campos. Los complacientes monseñores prefieren que se condene  el Príncipe reinante antes que indisponerse ellos con el poder constituido.

No es esta la postura de la Iglesia que quiere, ante todo, la salvación de sus hijos. A esos pastores negligentes  que no cuidan de su rebaño habría que recordarles las duras palabras de Ezequiel al respecto. Si los pastores no reaccionaron, salvo la excepción señalada del obispo de Cuenca, si lo hizo la Universidad en su voz más cualificada: El catedrático de Derecho Canónico de la Universidad Complutense de Madrid D. Eustaquio Galán  y Gutiérrez dijo:

“El Código de Derecho Canónico no podía prever que un rey católico sancionase el infanticidio genocida prenatal. Pero la excomunión automática del canon 1398 le alcanza de plano, digan lo que digan los de la Conferencia Episcopal, pues nadie procura tan directamente el aborto como quien por ley lo autoriza.
Se trata en este caso de una excomunión incesante, una por cada aborto que se produzca, aun cuando la anterior le hubiese sido levantada, pues como dicha excomunión es automática o latae sententiae rige el principio canónico de la adición o acumulación material de las penas (“quot delicta tot poenae”).

El obispo de Cuenca, Guerra Campos, en sus dos durísimas cartas pastorales, calificó al Rey de “pecador público”. Hizo de profeta que denuncia el mal. Se repitió la situación que denunciaba el profeta Jeremías anunciando la destrucción del Templo y de Jerusalén. En aquella ocasión los sacerdotes y profetas pidieron la muerte de Jeremías. Solo salió en su defensa Abdemelec, un seglar. Cuando el obispo de Cuenca reprendió al Rey, toda la clerecía se rasgó las vestiduras y solo un catedrático de la Universidad salió en su defensa respaldando con su autoridad y saber lo dicho por el obispo.

Es triste ver como los malos sacerdotes por no amonestar y corregir a los príncipes ponen a estos en el terrible trance de la perdición de sus almas.

En todas las épocas hemos visto hemos visto reyes comportarse como tiranos al actuar y legislar contra la Ley de Dios. Ya el Santo Rey David vio a los reyes desmandar y comportarse como tiranos cuando dice en el Salmo II:

“¿Porqué se han amotinado las naciones, y los pueblos meditaron cosa vanas?
Se han levantado los reyes de la tierra, y se han reunido los príncipes contra el Señor y contra su Cristo:
¡Rompamos, dijeron, sus ataduras, y sacudamos lejos de nosotros su yugo!”..

Se ve que antes de nacer el Señor se oponían a Él, se siguieron oponiendo mientras sus pies santísimos pisaron la tierra y siguen oponiéndose a través de los siglos. No soportan sus ataduras ni su yugo aunque unas y otro sirvan solamente para lograr la felicidad del género humano y hacerlo libre frente a la esclavitud del pecado y a la tristeza y desesperación que éste comporta.

En el caso de la España actual al estar el poder del Príncipe repartido entre éste, los gobiernos, los representantes populares, que constituyen el poder legislativo y los jueces que componen el poder judicial, la responsabilidad de las leyes corresponde a todos ellos en la medida en que han consentido, promovido,  aprobado y aplicado normas de derecho positivo impías.

La actual democracia española, al igual que todas las occidentales, está basada en la voluntad popular que determina el régimen de las mayorías parlamentarias. Sabemos que el pueblo es fácilmente manipulable por las oligarquías que forman los partidos políticos. Sabemos que en las naciones son casi siempre mayoría los mediocres, los flojos, los egoístas, los incultos, los cobardes, los sin ideal y con vicios. Por tanto, la verdad, el bien, la justicia, el derecho y los destinos de una nación no pueden quedar a merced de semejantes árbitros.

Vemos que la forma de elegir a sus representantes en las democracias parlamentarias modernas se basa en la manipulación de los ciudadanos a base de los gigantescos medios de comunicación existentes en la actualidad que intentan convertir en verdad cualquier tipo de mentira o de falacia muchas veces repetida hasta el total lavado de cerebro del pueblo.

El árbol se conoce por sus frutos. Los frutos que han dado estas democracias han sido el divorcio con la consiguiente destrucción de miles de familias, el aborto con el genocidio de millones de niños, la corrupción generalizada de la sociedad que ha llegado a extremos tales como equiparar las uniones homosexuales al matrimonio, la impiedad generalizada, los permanentes ataques a la Iglesia, las terribles desigualdades sociales entre ricos y pobres,- nunca se ha hablado tanto de igualdad y nunca ha habido clases tan cerradas e impenetrables-. Los permanentes escándalos financieros en donde se descubren los latrocinios de los políticos y de los grandes financieros... etc. Estos frutos no son buenos. El árbol que produce estos frutos es un árbol malo.

La primera exigencia que se ha impuesto a las naciones para que se considerasen democracias era que aprobasen el divorcio y el aborto. Se ve muy claramente la mano del demonio cuyos atributos son que es homicida y padre de la mentira. Se ve que se “han reunido los príncipes de la tierra contra el Señor y contra su Cristo”, y como no pueden servir a dos señores, han optado por servir al otro príncipe, al de las tinieblas.

La sangre de los millones de niños asesinados bajo el amparo de leyes perversas clama a Dios justicia. Los gobiernos que han promulgado esas leyes han perdido la legitimidad que tuvieran en su origen, aunque fuesen del cien por cien de los votantes, porque han desviado el mandato recibido del pueblo de promover el bien común hacia el mal. Se han convertido en tiranos que tienen por única finalidad enriquecimientos rápidos y fraudulentos a cambio de dar a su Dios-Baal un sacrificio de sangre de millones de niños inocentes. Se ve claramente al príncipe al que sirven.

En ningún caso puede admitirse que el crimen de un no nacido promueva el bien común. Por mucho que quieran alegar los derechos de la madre sobre su cuerpo, el no nacido es un ser distinto con un derecho básico e inviolable esencial que es el derecho a la vida.

Hoy que se predican los derechos humanos como bien esencial de los pueblos llamados “civilizados” de occidente, se admite de forma hipócrita el crimen prenatal en esos mismos “civilizados” pueblos sin que haya una voz, salvo la de la Iglesia, que salga en su defensa.

El Papa y los obispos claman inútilmente en defensa de la vida, pero el auditorio está sordo. Predican en el desierto, pues un desierto moral es ahora España y las naciones de occidente, donde la degradación moral ha convertido los corazones de sus habitantes en piedras.

La permanente incitación a realizar toda clase de actos perversos por parte de los poderes del Estado y de la mayoría de los medios de comunicación social han dado sus frutos creando un manso y disciplinado rebaño de esclavos. Mientras, el resto que queda del pueblo fiel, que piensa, se encuentra desorientado y sin saber qué medidas tomar, pues ya se han encargado los medios de comunicación social de hacerle ver que la actual situación parlamentaria es poco menos que dogma de fe y que intentar luchar contra esta alternativa del diablo, no es políticamente correcto.

Los actuales políticos, manipuladores de la opinión pública, justifican todos los males actuales diciendo: “sí, pero ahora tenemos democracia y libertad”. Totalmente falso. No tenemos democracia sino una feroz tiranía y no tenemos libertad, sino esclavitud ya que no hay mayor esclavitud que la del pecado en el plano moral y la permanente violación del Derecho Natural en el plano jurídico, y los gobernantes de las democracias actuales se esfuerzan en llevar a sus pueblos a las mayores vilezas y degradaciones con la cooperación de la mayoría de los medios de comunicación. Así conseguirán un pueblo de esclavos fácilmente manipulable al halagar sus más bajos instintos y todas sus malas pasiones.

Si las características del demonio son la mentira y el homicidio vemos con claridad a qué señor sirven los políticos actuales. Siguiendo los dictados de su amo, los políticos promulgan la Ley del aborto para que así se asesinen al mayor número posible de niños antes de nacer. Los que sobrevivan al espantoso genocidio serán educados procurando matarles el  alma de todas las formas posibles incitándoles a la homosexualidad con leyes como la de educación para la ciudadanía, facilitando al máximo la destrucción de las familias con leyes como la del divorcio y cuando los seres humanos van llegando al final de sus vidas, intentando hacerles perder la esperanza incitándoles y favoreciendo a la eutanasia con el pretexto de una muerte digna, dándose hasta casos de médicos sin conciencia que, al igual que en los abortos, asesinan al anciano cuando éstos caen en sus manos.

Se ve con claridad que los políticos actuales, descendientes de los maniqueos y montanistas con su ascética enemiga de la vida, son los continuadores en el tiempo de aquellos poderes diabólicos enemigos de la vida que ofrecían sacrificios humanos degollando niños en honor de su dios-demonio fenicio Moloch o en el paganismo griego el odio al matrimonio y a la procreación de los cultos a Afrodita y Baco.[1]

 Los políticos que favorecen y hacen posible estas maldades  no sirven al bien común, son fieles servidores de Satanás en lo moral y tiranos en el plano jurídico, en cuanto permanentes violadores del Derecho Natural.

El poder del Príncipe debe estar controlado por los representantes del pueblo, y ambos deben estar supeditados en el desarrollo de sus funciones, al Derecho Natural y a la Ley de Dios.

Cada vez que los pueblos olvidan estas reglas básicas y mínimas de convivencia han caído en las mayores atrocidades y aberraciones. La nobleza degenerada del siglo dieciocho, acabó en las matanzas de la revolución francesa. Las leyes raciales de Hitler, que condujeron al terrible genocidio del pueblo judío, terminaron en la guerra más espantosa que ha conocido la historia de la Humanidad. Y no hay que olvidar que Hitler accedió al poder democráticamente. ¿Alguien dudaría que  hubiera sido justo matar a los tiranos  y malvados asesinos Hitler y Stalin?.

Cabría preguntarse como va a acabar esta generación responsable del mayor genocidio prenatal de la historia. Lo que no deberían olvidar los políticos impíos que han hecho posible este genocidio es lo que les ocurrió a los dirigentes nazis en Nuremberg. Cuando fueron acusados por los jueces aliados del  genocidio que habían cometido con los judíos, los nazis alegaron que actuaban dentro de las leyes positivas del Derecho alemán. Los jueces estimaron que por encima de esas leyes estaba el Derecho Natural  y los ahorcaron.

España, la España mayor de San Isidoro, fue el regalo que el Señor hizo a uno de sus tres más íntimos amigos: Santiago, a los otros dos, San Pedro y San Juan les dio las otras dos cosas que Él más quería: su Iglesia y su Madre. Bien sabía el Señor, desde la eternidad, el papel que en la historia de la salvación habían de tener España y Portugal. Las fronteras del catolicismo en el mundo son las que fijaron las dos naciones peninsulares.

Hoy habría que recordar lo que el Sagrado Corazón de Jesús le dijo a la Madre Rafols: “España  será siempre grande si se mantiene firme en la fe que mi apóstol Santiago plantó en ella. La grandeza y la nobleza de la nación dependerá de la fe y religión católica que haya en ella. Si dejaran perder la religión quedará destruida”.

López Galuá comentaba ya en 1943 “la escasa reacción operada en nuestras costumbres sociales y privadas después de la guerra, que fue un tremendo castigo que la Justicia divina nos impuso... Hay derecho a reclamar más moderación en el lujo, más afán en la justicia social, menos codicia en los negocios y más fervor en el cumplimientos de los preceptos divinos”. Esto lo decía el mismo año de la famosa carta de Sor Lucía de Fátima, amenazando con que Dios nos volvería a castigar por medio de Rusia, peor que en 1936, si los obispos no realizaban una reforma “en el clero y en el pueblo y en las órdenes religiosas”.

Estamos ante una suprema ley histórica. Ley o decreto de la omnipotente Justicia divina: Si un pueblo elegido da culto y gloria a su Creador, cumpliendo sus Mandamientos, alcanzará con su ayuda la prosperidad, la grandeza, los altos destinos soñados por su Padre celestial. De lo contrario, si prevarica desobedeciéndole, mayor será su castigo, pues “al que más se le da más se le exigirá” (Luc. 12,48). Ley divina grabada a fuego en la historia bíblica del pueblo israelita, y aplicada también inexorablemente al desarrollo de los pueblos católicos, continuación en la historia de Israel. Se podrá creer o no, pero es así. El mundo se rige conforme a las leyes o designios de su Creador, no por el sufragio universal ni los resultados electorales de la mayoría de los seres creados: imaginar esto es el deísmo, el absurdo de prescindir de nuestro Autor y Señor.

Profunda lección de la Teología de la Historia y su clave para entenderla. (Esta Providencia de dios aparece también constantemente en los salmos, la oración oficial de la Iglesia: Salm. 32, 10-17; 107,13; 80,14; 77; 2,10-12...; y Vaticano II, LG. 36; León XIII, Inmortale Dei; Pío XI, Quas primas, etc.)

La primera lección que deberían aprender todos los políticos y gobernantes de las naciones católicas: sólo conseguirán su prosperidad agradando a Dios, y en tanto en cuanto le agraden contarán con su apoyo todopoderoso. Luego, “si Dios con nosotros, ¿quién se nos podrá oponer? (Rom. 8,31). Es cuestión de fe, de confiar en la paternidad providente del Dios que nos ha hecho hijos suyos.

Si España vuelve de verdad al buen camino, como está anunciado, entonces podemos estar ciertos de su insospechada grandeza, y que si fue desmembrada por su prevaricación religiosa, de nuevo, por su fervor cristiano, será reconstruida la unidad de quienes, además de una misma lengua, una misma historia, un marco geográfico continuo e incluso iguales apellidos, tengan un sólo corazón, profesando y viviendo idéntica fe e ideales religiosos (ni nada hay que una o desuna tanto como la religión, igual o distinta).

Tampoco es difícil imaginar que una España reunificada, religiosa y bendecida por Dios pueda ser la primera nación del mundo, no para cultivo de nuestra vanidad, sino para cumplir nuestra misión evangelizadora, concretada por el Corazón de Jesús a la Madre Rafols: “Quiero que mi reinado se propague por todo el mundo, pero en mi querida España ha de prender con mayor fuerza este fuego divino, y de aquí lo comunicaré por todo el mundo”.

Lo que hoy parece imposible, no menos lo parecía cuando en julio de 1931, poco después de la  proclamación de la república, de triste memoria, y de la quema de conventos, en El granito de arena, su fundador, Monseñor González, transcribía la predicción del Corazón de Jesús a un alma santa:

 “Di a los españoles que no teman, que estoy con ellos, que después de todo esto vendrán días de mucha más gloria para Mí. Que practiquen bien la infancia espiritual abandonándose en mis brazos. Vendrá un triunfo como no podéis ni soñarlo”.

Si algo ha de impresionarnos es la predilección e inmensa misericordia del Corazón de Jesús con nosotros, que se prepara, tras una necesaria purificación y con una efusión desbordante de sus gracias, a obrar la ferviente conversión nacional, condición indispensable para recibir la bendición de tan asombrosas prosperidad y expansión profetizadas.

Ni en los momentos de mayor angustia hemos de perder la confianza en Dios, que todo nos lo envía para nuestro bien (Rom. 8,28) y todo podemos superarlo con su gracia (I Cor. 10,13; 15,10).

Por fin, la esperanza de tiempos mejores, de una edad dorada, sea horizonte luminoso en nuestro fatigoso caminar. Pero tampoco él ha de ser última esperanza e ilusión de quienes, como meta final, recordada día a día con nostalgia, aspiramos  a la casa del Padre, bodas y reino que nos están preparados desde el principio de los siglos, herencia que sería la mayor insensatez perder o descuidar.[2]

Para los cristianos siempre hay esperanza, pero debe saber luchar para defender el Derecho, la Justicia y la Libertad verdaderas, que es la de los hijos de Dios.

Si la lucha la plantean los cristianos en el campo de las ideas de los servidores del demonio, aceptando en esa lucha sus armas y sus argumentos filosóficos, la derrota la tienen asegurada de antemano. Ellos saben esto y por ello se esfuerzan en que no exista alternativa a sus ideas y estas  pasen siempre por la alternativa demoníaca de escoger entre un mal menor y un mal peor, pero siempre escoger entre grados del mal. Esto es lo políticamente correcto. Para ellos, claro.

El cristiano debe plantear la lucha liberándose de tabúes y falsos dogmas de fe políticos. Para el cristiano no hay más dogmas que los que enseña nuestra madre la Iglesia y por tanto tiene que plantear la lucha de forma simple y sencilla: Todo lo que vaya contra las enseñanzas de la Iglesia y del Derecho Natural, del maligno viene y es repudiable lo diga quien lo diga y lo apoye el número de votos que lo apoye. Todo lo que vaya contra el Derecho Natural es tiranía.

El mal, por muchos votos que tenga, siempre será mal y conseguir el bien del pueblo, que es el mandato que reciben los gobernantes, nunca puede pasar por hacer el mal. Ni el fin justifica los medios, ni un fin bueno puede lograrse empleando medios malos. Y un delito tan grave como es asesinar niños nunca puede convertirse en un derecho.

Por lo tanto, para los cristianos, no es un gobierno legítimo sino tiránico el gobierno que promueve el mal. Es tiranía legislar permitiendo el aborto. Es tiranía legislar permitiendo uniones homosexuales. Es tiranía atacar a la Religión Católica. Es tiranía robar al pueblo por vía de impuestos para enriquecer fraudulentamente a los políticos y a sus amigos. Es tiranía hacer más gastos que ingresos en los presupuestos estatales provocando inflación, pues la inflación es una recaudación de impuestos injusta, y los impuestos si no son justos, son tiranía.

Es lícito para el cristiano luchar contra la tiranía. Y no solo es lícito, es un deber de justicia luchar contra la tiranía y defender a los oprimidos por la injusticia, defender a los no nacidos incluso contra la voluntad asesina de sus madres. No hay mayor opresión que la que impide a un ser humano nacer. Los romanos, para combatir el aborto que despoblaba Roma, crearon la figura jurídica del curator ventris, el curador, que tenía por misión proteger al nasciturus, al no nacido. En nuestro derecho, al ser una figura innecesaria la curatela, se fusionó con la tutela. Hoy día, dada la perversión de costumbres, es necesario plantear de nuevo la recreación de esta figura jurídica para proteger la vida de los niños en peligro de ser asesinados por sus madres.

La Iglesia lo único que pide al cristiano es que el mal que se intente evitar sea superior al que la lucha del cristiano provoque. Debe sopesar el cristiano los miles y miles de niños asesinados en España cada año con el crimen abominable del aborto con las tímidas protestas que hasta ahora ha realizado por miedo a disgustar al poder y también a los cristianos prudentes que no quieren obrar  fuera de lo que está considerado como “políticamente correcto”. Habría que recordar a éstos lo que dice el Señor respecto a los tibios.

Hay que plantear la lucha, como cristianos, venciendo al mal con sobreabundancia de bien. Ello no obsta a que los cristianos ejerzan su justo derecho de hacer ver a sus gobernantes, mediante manifestaciones, cartas a la prensa, etc., de cualquier forma legal, el error en que están  y el deber  que tienen de rectificar apoyando así a sus obispos para que éstos se vean respaldados por sus fieles.

A su vez, los pastores, los obispos, al saberse respaldados por el pueblo fiel deben hacer oír su voz con energía, sin concesiones al poder y sin miedo a defender la verdad y la justicia aunque esto no sea lo “políticamente correcto.”

Hoy, de momento y aparentemente, ya no hay mártires en España como los hubo en tiempos relativamente recientes. No los hay aparentemente. En la realidad los hay pues santos inocentes y mártires son los miles de niños asesinados cada año en el seno de sus madres con la complacencia de los nuevos herodes, los políticos actuales. Ahora los políticos, con la mayor hipocresía, se confiesan católicos unos salvo los que abiertamente confiesan su ateismo. Pero en las  actuaciones de todos ellos se muestran tan sectarios enemigos de la Iglesia, del bien y de la verdad, como los perseguidores de antaño.

Junto a los perseguidores desenmascarados están los católicos “piadosos y prudentes”, que tienen como única razón de Estado, no los principios de la moral católica, sino lo que es “políticamente correcto”, y que dicen que si se ataca a los malos políticos impíos y sectarios podrían llamarnos fundamentalistas. Aquí no hay más fundamentalistas que los sectarios del demonio que intentan imponer sus ideas con el radicalismo y la intransigencia que les caracteriza y, eso si, consentidos y hasta apoyados por esos católicos que solo se mueven  por lo “políticamente correcto” y que si la Iglesia se defiende de los ataques injustos se ve acusada de intransigente y fundamentalista. El mundo al revés: Los perseguidores acusando a sus víctimas.

Los llamados cristianos que solo actúan dentro de lo políticamente correcto, están bien identificados en el Apocalipsis 13-11: es la bestia de la tierra que hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia, esto es la bestia que ha recibido el poder del dragón que es Satanás y que representa al Anticristo. Todos los poderes diabólicos representados por la primera bestia han de ser aceptados según ordena la segunda bestia o bestia de la tierra y estos son los llamados cristianos complacientes que obligan a aceptar todo lo que ellos consideran políticamente correcto.
  
 Si la finalidad del gobernante es lograr el bien común, no cabe la menor duda que el Estado ha de estar íntimamente unido a la Religión si realmente persiguen la felicidad de los gobernados, ya que no hay mayor felicidad que la vida en gracia de Dios; si realmente persiguen la verdadera libertad del pueblo, pues la falsa libertad, el libertinaje, es esa libertad de perdición que esclaviza al hombre; si buscan la verdadera justicia pues no puede haber justicia sin temor de Dios y la realidad de la Historia nos muestra que los pueblos que han dado la espalda a Dios y a sus normas han caído en las mayores degradaciones y envilecimientos y sus gobernantes al igual que los gobernados no han perseguido en la realidad otra cosa que un enriquecimiento rápido y vergonzoso como ya denunciaba  el jesuita padre Juan de Mariana.

La otra faceta de esta ley es con respecto a los ciudadanos hacia los que va encaminada. No buscan su bien pues un genocidio de niños nunca puede ser un bien, buscan esclavizar a través del pecado al mayor número posible de personas y no solo esclavizarlas haciéndolas caer en este horrible drama sino sacarlas de la Iglesia, pues el aborto lleva implícita la excomunión  para quien lo practica, lo facilita o lo autoriza por ley.

Pero por muchas maldades que fragüen los políticos, los cristianos tienen asegurada la victoria si saben como defenderse y defender la sociedad actual: utilizando el arma infalible de la oración. El ataque del cristiano debe ser rezando por los políticos, pidiendo a Dios su conversión. El político, por muy malvado que sea, un Hitler o un Stalin, es un hijo queridísimo de Dios y por tanto un hermano nuestro y es, por tanto, la obligación de todos los cristianos rezar por la conversión de los pecadores.
Los obispos, como pastores del pueblo cristiano, deben promover en todas sus diócesis oraciones públicas y privadas y toda clase de actos entre sus fieles en donde se promueva la oración por los políticos  implorando al Cielo que les envíe gracias abundantes para su conversión y la salvación de sus almas.


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Ahora volveremos al relato de nuestra historia, en la que veíamos las señales de identidad del futuro gran Monarca que esperamos, y veremos en primer lugar lo que nos dice San Cesáreo de Arlés.




[1] San Pablo Heraldo de Cristo de Josef Holzner
[2] El tiempo que se aproxima por José Luis Urrutia S.J.

Venerable Padre Jacinto Coma


El padre Jacinto Coma era un santo religioso  Franciscano, del siglo XIX muerto en olor de santidad. Su profecía está tomada de un sermón que predicó en 1849 a las religiosas de la Inmaculada Concepción de Manresa y dice así:

        “..... Y nuestra pobre España, que palmo a palmo ha sido conquistada por la Cruz, se ha convertido en un pueblo de ilotas (esclavos), que corre al precipicio y lucha por romper con sus tradiciones, su historia y su propia manera de ser. La negación del principio de autoridad en política ha producido necesariamente la negación del mismo en Religión...”

Beato Nicolás Factor


Era un religioso franciscano español, que nació en Valencia en 1520 y murió en su ciudad natal en 1583. Fue además pintor, escritor y músico. El Papa Pío VI, le declaró Beato en 1786. Dejó numerosos cuadros en las residencias donde vivió, en Valencia, Chelva y Madrid, donde fue confesor en el Monasterio de las Descalzas Reales fundado por Dª Juana de Austria.
Entre sus obras religiosas destaca la profecía:

“Se levantará en la Iglesia el espíritu de un nuevo David, que será un pontífice romano escogido por la mano de Dios; el cual reformará la Iglesia Católica en tiempos de tanta apretura que apenas serán católicos y fieles la tercera parte de los que tienen el nombre de cristianos. Este nuevo Pontífice volverá la Iglesia a su antiguo esplendor y reducirá a los herejes y en reduciéndolos se juntará con el Rey, en quien estará la gracia de Dios, y los dos tomarán los tesoros de la Iglesia y hechos moneda levantarán gente en el cristianismo y con poderoso ejército marcharán la vuelta de Jerusalén. Excitados los españoles por la santidad  de esta causa se apoderará de ellos un ardor tan santo que partirán sin despedirse de sus padres y sin arreglar sus negocios”.

Con estas victorias comenzará la edad 6ª que veíamos anteriormente, que se corresponde con la Iglesia de Filadelfia. Será una nueva edad de oro en donde el hombre será hermano para con el hombre y bendecirá a Dios. Al final de esta era, cuando se enfríe la caridad vendrá Laodicea, con el fin.

Varias profecías independientes se consignan en estos vaticinios del Beato Nicolás Factor, que coinciden con las de otros muchos videntes:

“La elección de un Pontífice excelso y extraordinario en tiempos de una gran crisis de la Iglesia, en la que apenas una tercera parte de los llamados cristianos serán auténticamente fieles y cumplidores de sus deberes. Surgirá un Gran Monarca que dará nuevas Leyes y Constituciones a la sociedad. Ambos unidos en el mismo ideal se apoderarán de Jerusalén y los españoles a sus órdenes iniciarán otra Santa Cruzada e instaurarán el reinado social de Jesucristo”.


Vamos ya delimitando la personalidad de ese rey encubierto que por la gracia de Dios se convertirá en el gran Monarca objeto y sujeto de 76 profecías dignas de crédito, 44 francesas, 16 italianas, 7 alemanas, 4 españolas, 3 portuguesas y 2 inglesas. Vamos a ver lo que dicen al respecto San Cesáreo de Arlés (470-543) y San Remigio que en la noche de Navidad del 496, bautizó a Clodoveo y a sus tres mil guerreros haciendo, así, a Francia, la hija primogénita de la Iglesia. Pero antes vamos a ver un trozo de la profecía del Venerable Padre Jacinto Coma que ve a España en la situación en que se encuentra hoy.

San Francisco de Paula


Fue el fundador de los Franciscanos Mínimos, en Italia. Son famosas las cartas dirigidas por él a un caballero español, llamado Simón de Limena, Señor de Montalto. En ellas habla de manera clara de los Crucíferos. También habla en ellas de la Milicia de la Cruz, de la que consideran Patrono al profeta Elías.
Hace mención también, en estas cartas, al Gran Monarca y de una ciudad importante de España, que será como su capital, pero sin nombrarla.
Entre los muchos que han hecho referencia a este Gran Monarca, se encuentra el Papa León XIII en su Auspicato Concessum. De este gran Monarca dice San Francisco de Paula en las cartas mencionadas que “formará a los Santos Crucíferos y a la Milicia de la Cruz, que formará un gran ejército, hasta conseguir un sólo rebaño y un sólo pastor”; parece que será de linaje español, descendiente de Pipino el Breve y de Santa Elena.
Veremos más adelante, cuando expongamos las apariciones de Ezquioga, con mayor amplitud, lo referente a los “Crucíferos”.

Bug de Milhas, El Caudillo del Tajo


EL CAUDILLO DEL TAJO

Un ermitaño francés, Bug, de la aldea de Milhas del Cominges (Pirineos) muerto en 1846 a edad muy avanzada, famoso por su don de profecía decía:

¡Dios Eterno!, tus juicios son grandes e incomprensibles...
Iberia, Iberia, veo crecer tu poder, nada podrá detener la elevación de tu destino. 700 años de guerras formaron de ti el imperio más grande que se ha conocido. Combatida por la tempestad de los partidos y la ambición de los extranjeros, lucharás, te costará sangre, tesoros, edificios… pero llegará el día de la paz, recuperarás tu poder y tus anteriores pérdidas, tu esplendor se extenderá hasta las regiones más remotas.

 Entonces desaparecerán los diferentes dialectos de tus provincias, usos, trajes y costumbres, todo cambiará; pero serán uniformes y generales en toda la extensión de tu territorio; una sóla lengua se hablará en todo él.

 Una guerra europea anunciada por muchos profetas, acompañada de peste y otras plagas, llevará sus estragos y terror por todas partes. Un formidable gigante saldrá de las regiones del hielo y seguido por un ejército innumerable marchará a la conquista universal. Durante esta guerra, que durará cuatro lustros, se levantarán multitud de sectas, entregadas al gigante moscovita, que arruinarán las naciones. Los católicos se refugiarán en Iberia, aumentando su poder. Entonces el Tajo producirá un guerrero valiente como el Cid y religioso como Fernando III el Santo, quien con el estandarte de la fe reunirá un gran ejército y saldrá al encuentro del formidable gigante que vaya a conquistar la península; los Pirineos serán testigos de la mayor batalla que han visto los siglos; durará tres días. Los enemigos huirán aterrados. El héroe del Tajo mandará suspender la carnicería, para que tengan tiempo de arrepentirse. El ejército victorioso, protegido por Dios, llegará hasta el Neva. En todas partes triunfará la fe católica y hará la felicidad del género humano. ¡Dichosos los que conozcan esta edad de oro!”.

 En primer lugar, se dirige a Iberia, esto es, a España y a Portugal. Ya no habla de la España Mayor a que se refería S. Isidoro. Portugal, que es la primera nación de occidente de los tiempos modernos, no puede en el futuro desaparecer bajo el nombre de España aunque sea la España Mayor de quien habla S. Isidoro. Es una nación nueva y se llamará Iberia.

Dice que los católicos se refugiarán en Iberia. Iberia es la tierra que el Señor asignó a Santiago, es decir a San Jacob, uno de los tres discípulos que gozaron de la amistad íntima del Señor. Al patriarca Jacob el Señor le cambió el nombre por Israel. Iberia es el nuevo Israel, aquí queda el resto de Israel, aquí vino el pueblo de Israel cuando Nabucodonosor los expulsó del reino del norte según dice Abdias, y se cumple lo dicho por Jeremías 51 cuando profetiza la destrucción de Babilonia. Hoy el occidente corrompido por el pecado es Babilonia y el Señor por boca de Jeremías dice a su pueblo "sal de ella pueblo mio..." Los norteamericanos, atentos a Garabandal, saben que cuando se anuncie por Conchita el aviso vendrán todos a Garabandal. En Europa ocurrirá lo mismo: el pueblo de Dios saldrá de esas naciones-Babilonia y buscará refugio en Iberia.

Aquí el enemigo está claramente identificado como Rusia. Habla de gigante moscovita, regiones del hielo y orillas del Neva. Vemos que podría concordar esta profecía con la de Santa Hildegarda ya que ésta se refería a una nación “inmunda y cruel del extremo del mundo”, y vemos que concuerda con los que identifican a Rusia con Gog. Coincide con las profecías de la religiosa Elena Aiello en las que identifica a Rusia como el instrumento del castigo divino a las naciones de occidente.

Como hemos visto que el otro enemigo secular de España y en general de la Cristiandad, ha sido el Islam, ya tenemos identificados los dos enemigos componentes de los pies de la estatua de Nabucodonosor: Rusia y el Islam. Ellos son el hierro y el barro que lo componen y que han de ser destruidos por una piedra no lanzada que será, al crecer, el futuro reino de los santos del Altísimo.

Dice el profeta Daniel, como vimos más arriba, al hablar de los pies y los dedos de la estatua del sueño de Nabucodonosor, dice el profeta que son de hierro y de barro y que este reino será en parte fuerte y en parte frágil. “Viste el hierro mezclado con barro porque se mezclarán por alianzas humanas, pero no se pegarán unos con otros, como no se pegan el hierro y el barro”.

Así vemos aliados el Islam, el enemigo secular de la Cristiandad, con una creencia monoteísta y un radicalismo religioso feroz aliarse con Rusia, nación racionalista hasta el límite, atea y que nada tiene en común con los pueblos islámicos. Será, como dice el profeta, una” alianza humana” con el único fin de destruir occidente y todo lo que la civilización occidental implica. Los católicos de toda Europa serán el objetivo a batir en primer lugar por los ejércitos invasores lo que hará que todos los católicos que puedan huir se refugien en Iberia que con ese motivo alcanzará gran poder.    

Dice a continuación, que el Tajo producirá un guerrero. El Tajo solo pasa por una capital de nación, que es Lisboa. Aquí el profeta nos está señalando que el guerrero del Tajo es un príncipe de la familia real de Portugal, lo que concuerda con todo lo dicho anteriormente. Cuando expusimos la profecía de San Isidoro, vimos que el descendiente, rey encubierto, de quien habla ha de ser un descendiente de Isabel la Católica. Sabemos que los miembros de la familia real  legítima de Portugal, son descendientes directos de los Reyes  Católicos, a través de dos de sus hijas: Maria, esposa de Manuel el Afortunado, y de Juana, madre de Catalina esposa del hijo de Manuel el Afortunado, Juan III. También descienden de forma directa del emperador Carlos V a través de su hija Juana madre de D. Sebastian, último rey de la casa de Avis.  

La familia real legítima de Portugal es la casa de Avis, una dinastía lejana y ya olvidada, que vive encubierta en el exilio esperando que Dios vuelva a llamarla a la Historia. El Dr. Gobelas en su obra “Garabandal Hora X” donde va transcribiendo las revelaciones de un alma santa dice en su canto-salmo 5º:

Si que vendrá, si que vendrá
un nuevo rey a gobernar.
Es príncipe de estirpe lejana;
lejana y ya olvidada...
Sí que vendrá:
¡cerca está ya!
......................
Será gran guerrero:
El Defensor verdadero
De España, con su Tradición.
¡Este, españoles, no os hará traición!

Ver el blog "Sebastianismo, pruebas de la supervivencia"

 La casa de Braganza no es legítima en cuanto que perdió dicha legitimidad varias veces a lo largo de su devenir: cuando Juan IV no entregó la corona a su legítimo titular, el rey encubierto, descendiente de D. Sebastián, tal como había jurado hacer al tomar posesión del Reino en 1640 y convertirse, por lo tanto en tirano[1]. El Canciller Mayor Fernando Cabral el día del juramento del nuevo soberano Juan IV dijo que éste lo sería hasta la venida del Rey D. Sebastián, pues viéndole le entregaría todo, ya que, no siendo tirano, no podía tomar el reino que era suyo[2] Su hijo Pedro II, perdió la legitimidad al usurpar la corona a su hermano Alfonso VI que no quería reinar y quería entregar la corona a su legítimo titular el rey encubierto descendiente del rey D. Sebastián, convirtiéndose, de esta forma, en tirano[3]. José I, perdió la legitimidad al atacar y perseguir despiadadamente a la compañía de Jesús y convertirse por lo tanto en tirano. María II, perdió la legitimidad al casarse con un extranjero en contra de lo dispuesto en las Cortes de Lamego.




[1] Historia de Portugal de Jose Hermano Saraiva pag. 180
[2] Restauraçao de Portugal prodigiosa de Gregorio de Almeida.
[3] El rey D. Alfonso en su prisión “bradava continuamente pelo Desejado”: Francisco Sales Loureiro D. Sebastiaô antes e depois de Alcácer Quibir pag. 240.


Habla la profecía de que será "combatida por la tempestad de los partidos" y estamos viendo como los partidos políticos han entrado en España más que para gobernarla para saquearla, como si España fuese un botín a repartir. .."y la ambición de los extranjeros" vemos como los extranjeros han entrado en España a saco en todos los aspectos con el pretexto de homologarnos con ellos y como con la prima de riesgo a tipos disparatados nos sacan intereses de usura en los préstamos que les pedimos. La ceguera política de los dirigentes de Bruselas con su apoyo incondicional a la banca ha llevado a los países mediterráneos a una ruina absoluta sin darse cuenta que están sembrando su propia destrucción ya que tanto Rusia como Irán al ver el estado de desánimo, corrupción, miseria y paro de estos países de Europa pensarán llegado el momento de darles el golpe definitivo e iniciarán la invasión.   

El objetivo inmediato de la invasión ruso-islámista será Europa y como Europa se ha salvado dos veces gracias a U.S.A., en las dos guerras mundiales, será el objetivo siguiente y será atacada por una terrible invasión por Bering. España con Portugal y los países iberoamericanos harán una defensa de la libertad y pactarán con U.S.A., con Francia y con el Reino Unido y derrotarán definitivamente al ejército ruso en dos batallas memorables: en los Pirineos y en Renania- Wesfalia a orillas del Rhin, muy cerca de Colonia. U.S.A. se salvará del hormiguero chino, de sus miles y miles de minitanques y de su ejército de millones de soldados tras una heroica resistencia aunque sufrirá un enorme castigo y sufrimiento. La avanzadilla la hará Corea del Norte, marioneta del imperialismo chino. 

La Bestia del mar

Una de sus cabezas estaba como herida de muerte, pero se curó su herida mortal, y toda la tierra, admirada, siguió a la Bestia (Ap. 13,3)

El comunismo viendo que no podía combatir la política americana de guerra de las galaxias optó por una estrategia diferente: Dijeron que se habían hecho demócratas para que así Norteamérica bajase la guardia y dejase de gastar dinero en investigación para la defensa y lo consiguieron. Ellos, los rusos siguieron investigando en una ciudad de los Urales y siguieron ayudando a los países que como Cuba no habían cambiado de careta. Y el comunismo siguió implacable su política expansiva y tras Cuba cayeron Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Argentina... con nuevas tácticas presentándose no como abiertamente comunistas, que eso ya no vende, sino como un populismo socialista, pero con idénticos fines a los del antiguo comunismo.

La Bestia con cabeza de leopardo (Hitler el anticristo de esa generación junto con Stalin) ya fue destruida en 1945, pero la Bestia con cabeza de oso (los sucesores de Stalin) aparentaba estar herida de muerte pero, para desgracia de la humanidad, resucitará cuando la madre Rusia decida ha llegado el momento y toda la tierra admirada seguirá a la Bestia.

La Bestia, los comunistas y los árabes, serán derrotados definitivamente en los Pirineos y tras su derrota comenzará una edad de oro de la Humanidad, la Iglesia de Filadelfia que definía Bartolomé Holzhauser , el reino de los santos del Altísimo de Daniel o el reinado de los Sagrados corazones de Jesús y María  de Ezquioga.