Seguidores

sábado, 29 de septiembre de 2012

El juramento del rey D. Alfonso Henríquez


El señor ha querido concretar la profecía de Daniel indicándonos la familia en que tendría lugar el cumplimiento de esta profecía por la que nos avisa de la creación del quinto imperio: En la aparición que tuvo el primer rey de Portugal, D. Alfonso Henríquez y que declaró bajo juramento, manifestó el Señor su voluntad de crear un imperio en su descendencia. Por este motivo D. Sebastián decía que el no había nacido para rey sino para emperador pues creía que se había de materializar dicho imperio en él que era el décimo sexto descendiente de D. Alfonso Henríquez a quien aludía la profecía. Esta decía según juró D. Alfonso Henríquez:

"Eu Dom Afonso Rei de Portugal, (...) juro por esta cruz de metal (...) Eu estava com meu exército nas terras de Além Tejo, no Campo de Ourique, para pelejar com Ismael e outros quatro reis dos mouros, que tinham consigo infinitos milhares de homens. E a minha gente atemorizada com esta multidão, estava enfadada (...) E eu triste por aquilo que ouvia, comecei a cuidar comigo que faria; e tinha um livro na minha Tenda, no qual estava escrito o Testamento Velho (...) e li nele a vitória de Gedeão (...) adormeci sobre o Livro, e logo vi um Velho, que me dizia: Afonso, confia, porque viverás e desbaratarás estes Reis (...) e o Senhor se te há-de mostrar. Estanto eu vendo isto, chegou-se a mim João Fernandes de Sousa (...) e disse-me: "Senhor, levantai-vos, está aqui um homem velho que vos quer falar (...) E entrado ele onde eu estava, conheci ser aquele mesmo, que eu tinha visto na visão. O qual me disse: Senhor, vencerás, vencerás e não serás vencido. És amado do Senhor, porque sobre ti e sobre teus descendentes depois de ti, tem posto os olhos de sua misericórdia até à décima sexta geração, na qual se diminuirá a descendência, mas na mesma assim diminuída, o mesmo Senhor tornará a pôr os olhos e verá.(...) esta noite (...) sairás do teu arraial, só e sem companheiros, e mostrar-te-á a sua piedade. (...) Então armado com a espada, e escudo, saí do arraial, e vi subitamente para a parte direita contra o Oriente um raio resplandecente (...) logo no mesmo raio mais claro que o sol, vejo o sinal da Cruz e Jesus Cristo nela crucificado (...) humilhado me lancei em terra (...) Vós a mim Senhor? (...) O Senhor (...) me disse: Não te apareci desta maneira para te acrescentar a Fé, mas para fortalecer o teu coração neste conflito e para estabelecer e confirmar sobre firme pedra os princípios do teu Reino. Confia, Afonso, porque não somente vencerás esta batalha, mas todas as outras (...). Tua gente acharás alegre para a guerra e forte, pedindo-te que com nome de Rei entres nesta batalha com título de Rei. Não duvides, mas concede-lhe liberalmente o que te pedirem. Porque Eu sou o que faço e desfaço Reinos e Impérios. E a minha vontade é edificar sobre ti e sobre a tua geração depois de ti, um Império, para que o meu Nome seja levado a gentes estranhas. E porque os teus sucessores conheçam quem te deu o Reino, fabricarás teu escudo de armas com a divisa do preço, com que Eu comprei o género humano, e com que eu fui comprado dos Judeus. (...) Não se apartará deles, nem de ti alguma hora minha misericórdia, porque por eles tenho aparelhado para mim grande sementeira, porque os escolhi para meus semeadores para terras mui apartadas e remotas. (...) E eu, cheio de confiança e suavidade, tornei ao exército.(...) Pelo que mando a meus sucessores, que tragam por divisa e insígnia, cinco escudos patidos em cruz, por amor da cruz e das cinco chagas de Jesus Cristo, e em cada um trinta dinheiros de prata, e em cima a serpente de Moisés.(...) E esta será a divisa da nossa nobreza em toda nossa geração. E se algum outra coisa intentar, seja maldito do Senhor e com Judas traidor atormentado no inferno. Feita em Coimbra a vinte e oito de Outubro, da Era de Cristo mil cento e cinquenta e dois."
Como vemos el Señor, en esta revelación que hace a D. Alfonso Henríquez, le dice que ha de fundar un imperio: “sobre ti y sobre tus descendientes”... Portugal fue junto a Castilla la nación que llevó la fe de Cristo a todos los confines de la tierra. Hoy puede decirse que las fronteras del catolicismo, el pueblo de los santos del Altísimo, es la frontera que en la historia fijaron Portugal y Castilla, y este pueblo cristiano será el germen del futuro imperio a que alude el Señor en la revelación transcrita y la base sobre la que se edifique en un futuro  el quinto  imperio de la tierra que señalará el triunfo definitivo del Señor.
El catolicismo es el pueblo de los santos del Altísimo, es el heredero de las promesas, es el nuevo Israel, porque es el único pueblo de la tierra que ha sido obediente a lo largo de la historia al Señor que en la transfiguración señala a su Hijo amado y ordena: “escuchadle” y tras escuchar sus mandatos los ha puesto en practica obedeciendo a la Virgen Santísima cuando dice en Caná: “haced lo  que Él os diga”. Y esta obediencia a los mandatos del señor ha llenado el Cielo de Santos, confesores y mártires.
El nacimiento del quinto imperio se ha ido formando paulatinamente desde que se produjo la revelación del señor a D. Alfonso Henríquez pues cada vez que un cristiano acepta los mandatos de Cristo se convierte en un hijo sobre el que ya impera el Señor. Con la propagación del Catolicismo por los misioneros de Portugal y Castilla, se ha extendido geográficamente el catolicismo hasta los confines de la tierra. Con posterioridad se producirá, en el tiempo, la culminación y manifestación pública y solemne a nivel mundial de este imperio cuando se restaure la Casa de Avis en su trono de Portugal y sea derrotado militarmente el anticristo que en esa generación intentará destruir a la Iglesia y a sus hijos.
Con la instauración de este imperio tendrán cumplimiento todas las profecías del Antiguo Testamento que aluden a este reino temporal del Mesías, que al no haberse realizado en Cristo hizo que el pueblo judío en su mayoría rechazase a Jesús como el Mesías esperado. Como ya estamos en el tiempo de las Naciones[1] que nos señala el Evangelio como el tiempo en que el pueblo de Israel vuelva a la fe, al haberse recuperado Jerusalén,  es de esperar que el nacimiento del quinto imperio de Daniel esté próximo, esté a las puertas de la historia.
Pero para llegar  a ese Reino futuro antes hay que pasar  por una previa purificación que viene avisada por los profetas en la Sagrada Escritura en innumerables ocasiones bajo el nombre del día de Yahvé, de la gran tribulación, del juicio de las naciones etc. Los Sumos Pontífices vienen advirtiéndonos todos ellos que el mundo, por sus pecados, camina hacia una gran catástrofe, pues no puede ofenderse impunemente al Señor. Las profecías privadas nos avisan también de la proximidad del Reino y, antes, del castigo o purificación.

Vamos a ver, en primer lugar lo que entendemos por profecía y su valor testimonial. A continuación veremos algunas de las innumerables profecías con las que el Señor nos ha dado avisos a lo largo de la historia donde nos ha hablado del juicio de las naciones o día de Yahvé como purificación previa para que se manifieste el Reino.  


[1] S. Lucas 21,24

4 comentarios:

  1. Julio,
    hermano en Cristo,

    soy Portugués. Seminarista.
    Sólo quiero agradecerte el blog, tus publicaciones.
    Seguiré leyendo.
    Rezamos.

    ResponderEliminar
  2. Julio,
    é possível saber a fonte do texto do Rei D. Afonso Henriques?!

    ResponderEliminar
  3. Joao Pedro

    Hay muchas fuentes donde encontrar el Juramento:

    Monarchia Lusitana, Tomo III pag. 127

    A ediçao principe deste Juramento do rei Dom Afonso Henriques foi realizado na 2ª impresao de Diálogos de Vária História de Pedro de Mariz, em 1597, tendo por base una cópia do cartório do Mosteiro de Alcobaça.

    Te recomiendo leer mi blog: Sebastián I una vida apasionante y mi blog: Sebastianismo.

    Te agradezco tus oraciones, que Dios te bendiga

    Julio

    ResponderEliminar
  4. Yo soy latinoamericano; y habiendo estudiado en españa me sorprendió la impiedad y apostasía generalizada del pueblo ( lleno de presuncion y arrogancia x lo demás). Sin embargo Portugal es otra cosa..no está el pueblo tan contaminado en su espíritu como el español...Conserva Portugal lo mejor del espíritu Hispano.

    ResponderEliminar