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domingo, 29 de septiembre de 2013

Sede Vacante





Por fin hoy viernes se han puesto de acuerdo los cardenales para empezar el cónclave el próximo martes. Si una cosa tan simple como es acordar el comienzo ha necesitado tantas sesiones da susto pensar lo que ocurrirá cuando tengan que decidir un hecho tan trascendental como la elección del nuevo Pontífice.

 Los llamados "videntes"  de todo el mundo parece que se han puesto de acuerdo en agorar que el futuro Papa, o bien será un antipapa o será perseguido y atacado por uno cismático. Me parece que hacer juicios de esta naturaleza es por lo menos imprudente. Creo es menester esperar rezando y pedirle al Señor "ocúpate tu".
Después, una vez elegido el nuevo Papa sus actuaciones nos dirán si sus actos son de un sucesor de Pedro o no. Hay que emplear el discernimiento cristiano que nos enseña que el árbol por sus frutos se conoce.

El Señor ha dado un poder inmenso a su Iglesia y le ha dicho que lo que ate o desate en la tierra Él lo atará o desatará en el Cielo. Por tanto si Benedicto XVI decidió abdicar tenía potestad para hacerlo, potestad recibida del Cielo por lo que el nuevo Pontífice será legítimo si se cumplen los requisitos exigidos para su elección. Cosa distinta es su actuación posterior al frente de la Iglesia que según sea correcta o no legitimará o no su pontificado.

Cuando se hizo público el tercer secreto de Fátima se reveló que "un obispo vestido de blanco huiría de Roma entre los cadáveres de sus sacerdotes"...Benedicto XVI, Papa emérito, es ahora un obispo vestido de blanco. Si la profecía se refería a este santo Pontífice lo vamos a ver pronto, implicaría que se ha producido una revolución en Italia, así que mi consejo personal es rezar por él y pedir como dice la oración oficial de la Iglesia que "no caiga en `poder de sus enemigos".

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