El Triunfo de Cristo
El Señor no hace nada sin decírselo antes a sus hijos. Sabemos por las apariciones marianas y por las revelaciones a almas santas lo que va a ocurrir. Podemos discernirlo con bastante exactitud aunque lo que no podemos es determinar los tiempos, esto es, el cuando se producirán los acontecimientos profetizados. Pero aunque no sepamos cuando van a producirse si sabemos con certeza que esos acontecimientos van a tener lugar porque las fuentes de donde proceden las informaciones han sido contrastadas para verificar su origen sobrenatural.
Sabemos que nos acercamos a una época de la historia terrible pues en esa época tendrá lugar la "gran tribulación", la destrucción de una gran parte de la humanidad, la última y terrible persecución a la Iglesia con la aparición del Anticristo, pero sabemos también que tras esas penalidades vendrá el triunfo glorioso de Cristo y se cumplirá lo profetizado por el salmista cuando dice:
Alégrese el Cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque.
Griten de gozo delante del Señor,
porque Él viene a gobernar la tierra:
Él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad.
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